Rutas del Románico

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En la provincia de Palencia se localiza una de las mayores concentraciones de monumentos románicos de Europa. Pretender dar una visión general de todos ellos o intentar conocerlos todos en un solo recorrido turístico es, por tanto, una tarea casi imposible. Cada uno tiene su peculiaridad y su encanto especial debido a sus aspectos artísticos, a su enclave o a la ruta que hay que seguir para llegar a él.

Pero todos ellos tienen en común el ofrecernos una completísima lección de historia, de arte y de cultura. Desde las pequeñas ermitas que parece que siempre formaron parte del paisaje, hasta grandes conjuntos monásticos, pasando por todo tipo de motivos arquitectónicos o decorativos, los monumentos románicos palentinos son una de las mejores y más agradables formas de conocer este estilo artístico, puesto que en ellos podemos encontrar todos sus rasgos distintivos.

Aunque es posible encontrar restos románicos a lo largo de toda nuestra provincia, podemos señalar tres zonas fundamentales en torno a las cuáles la concentración es mayor.

  • siguiendo el Camino de Santiago,
  • en el Sur, alrededor de la ciudad de Palencia,
  • en la zona Norte, en una amplia comarca de la que Aguilar de Campoo es cabecera.

Emprender una ruta por el Románico palentino tiene varios alicientes añadidos al meramente artístico: los variados paisajes que se abren a lo largo del recorrido, las panorámicas que se divisan desde muchos de ellos, la posibilidad de disfrutar de la gastronomía, de los festejos típicos y de la artesanía que abunda en estos pueblos, así como el descubrir rincones idílicos donde pasar unas vacaciones de descanso, de contacto con la naturaleza y de vivencias humanas y culturales.

Románico en el Camino de Santiago

Friso Villacázar de Sirga

Un buen punto de partida para iniciar esta visita por el románico del Camino de Santiago, será hacerlo en la iglesia del que fuera antiguo Monasterio de San Martín de Tours de Frómista, que se edificó en la segunda mitad del siglo XI. Es un edificio de los más representativos del románico europeo, y uno de los más bellos por sus proporciones, arquetipo y síntesis de la cultura románica. El profesor M.A. García Guinea la calificó como el “Partenón del Románico” ya que nada le falta ni le sobra, pues asume no sólo el primor de su arquitectura sino toda la belleza de su decoración escultórica. San Martín, es por tanto, una especie de “canon” de la arquitectura de los siglos XI y XII.

Construido en esos años medievales del siglo XI, ya muerto Sancho III de Navarra, tiempo en el que el espíritu cluniacense y europeo cuajaba en las tierras castellanas y leonesas. Es el tiempo en el que se abre con carácter oficial el Camino de Santiago, cuando muchos reyes inician la construcción de edificios básicos en el románico hispánico. El monasterio benedictino de San Martín fue fundación de doña Mayor, esposa y viuda del citado monarca, que lo hizo en un enclave importante del Camino de Santiago. A principios del siglo XX el templo fue profundamente restaurado. 

Los ábsides se asemejan a los de la catedral de Jaca, la linterna es una destacada pieza que corona la iglesia, variadísimos son los motivos de los canecillos que adornan sus cornisas, donde veremos representaciones de personajes, animales y vegetales. El interior es de un equilibrio perfecto en sus proporciones, pues todos los arcos descargan sobre cincuenta capiteles, todos ellos con una gran riqueza iconográfica. En definitiva, San Martín de Frómista es un punto obligado de visita para todo amante del arte románico hispano y europeo.

El Camino de Santiago al salir del término municipal de Frómista, entra en el de Población de Campos. Casi a nuestro encuentro saldrá, la recogida ermita de San Miguel románica de transición al gótico del siglo XIII. Dentro del casco urbano veremos la ermita de Nuestra Señora del Socorro. Edificio en origen, posiblemente prerrománico, pero que conserva todavía muchos vestigios románicos y góticos del siglo XIII. Su soberbia iglesia parroquial de Santa María Magdalena, es barroca de tres naves, destacando sobre el caserío, pues ocupó el antiguo solar donde se ubicara la ya desaparecida fortaleza.

Cuando nos acerquemos a Villalcázar de Sirga, veremos que destacando sobre el paisaje terracampino sobresale, por encima del caserío de la villa, la monumental fábrica de su iglesia parroquial de Santa María la Blanca. Es Monumento Histórico Artístico desde 1919 y se fecha su construcción en el siglo XIII, edificada en el más puro estilo gótico. Su planta consta de tres naves, separadas por pilares y cubierta de crucería. La puerta principal, se abre al mediodía, precedida de un pórtico con arquería apuntada y cubierto con bóveda de crucería, que cobija dos portadas de arquivoltas apuntadas, con columnas acodilladas y figuras de santos y apóstoles. Sobre la puerta principal figura un doble friso con esculturas de los Apóstoles, presididas por la imagen de Cristo y la Virgen bajo arquería. En el interior, sobresalen su soberbio retablo mayor del siglo XVI, cuyo centro lo ocupa la imagen pétrea de la Virgen Blanca (s.XIII) y donde el maestro Alejo narra con sus pinturas sobre tabla, la vida de Cristo completándola con diversos santos. En la capilla funeraria de Santiago, se pueden admirar los dos afamados y bellos sepulcros de piedra policromada de la primera mitad del siglo XIII, en los que yacen el Infante don Felipe, hijo del rey Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el Sabio y el de la que hasta hoy, se creía de su segunda esposa doña Leonor Ruiz de Castro y que según las últimas investigaciones, realmente pertenece a su cuarta esposa, doña Inés Téllez Girón. Así mismo, en esta misma capilla, hay que hacer notar la presencia del retablo renacentista de Santiago (s.XVI) y una bella imagen sedente de la Virgen de Villasirga.

El siguiente hito del Románico en Camino de Santiago lo encontraremos en Carrión de los Condes, que fue ciudad muy determinante en la Meseta norte en los siglos románicos. De ello dan fe sus dos iglesias: Santa María y Santiago y el antiguo monasterio de San Zoilo.

En la iglesia de Santa María destaca la significativa iconográfica de su portada meridional, emparentada con la de San Saturnino de Tolosa o San Isidoro de León. Posiblemente se inició la construcción del templo hacia 1.130, época en que Carrión ejercía como corte del rey Alfonso VII.

La iglesia de Santiago ha sufrido muchas modificaciones, es admirable y espléndida su fachada con una bella portada y su portentoso Pantócrator, Tetramorfos y Apostolado. Es de finales de siglo XII y obra maestra de la escultura románica. Los capiteles del lado izquierdo parecen representar el alma justa y los del derecho la pecadora. Su arquivolta historiada representa a diversos oficios y destaca el Cristo en majestad, escultura solemne y de las más clásicas del románico occidental.

El Monasterio de San Zoilo acaso fue el edificio románico más antiguo de Carrión, sufriendo una remodelación importante durante el siglo XVI. Aun se mantiene de época románica algún lienzo de la antigua iglesia, un ventanal en los restos de la torre, y una puerta recientemente descubierta en el hastial oeste de la iglesia.

Desde Carrión también podemos aprovechar esta visita para acercarnos a Nogal de las Huertas, que tan solo dista 8 kilómetros, y donde se localizan los restos de San Salvador uno de los monasterios románicos más antiguos de la provincia de Palencia.

Románico Sur

Villamuriel de Cerrato

Aunque el románico palentino se concentra principalmente en el norte de la provincia, en su parte sur también pueden admirarse algunos monumentos singulares.

Obligado punto de arranque es la cripta de la Catedral de Palencia, primera construcción de la región castellana que utiliza las técnicas constructivas románicas y que fue edificada en torno 1035, apoyándose en un antiguo edificio visigótico, cuando fue restaura la diócesis de Palencia en tiempos del Rey Sancho el Mayor.

Saliendo de la capital y siguiendo el curso del Carrión, se llega a Villamuriel de Cerrato, antiguo lugar de descanso de los prelados palentinos. Su parroquia de Santa María la Mayor, es una bella y a la vez sobria construcción de comienzos del siglo XIII cuya torre es una de las más altas de la provincia. Destaca en el conjunto su cimborrio y la portada norte, que nos recuerda al foco del románico zamorano.

Aguas abajo del Carrión y cerca de Dueñas se levanta el Monasterio Cisterciense de San Isidro, conocido como la Trapa. Fue fundado por los benedictinos en el siglo IX, conservando de esa época su portada de ingreso a la iglesia abacial. También en la iglesia parroquial de la Asunción de Dueñas veremos algunos restos románicos que nos recuerdan su antiguo origen, aunque mucho de lo que allí veremos ya es de tiempos góticos. 

Abandonando la autovía nos adentraremos más en la comarca del Cerrato palentino, pudiendo visitar la Basílica visigótica de San Juan de Baños, en Baños de Cerrato, y desde allí irnos a Cevico Navero, donde su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz conserva restos románicos del siglo XII. Otro tanto veremos en Villaconancio, donde su iglesia de San Julián y Santa Basilisa nos mostrará dos bellos ábsides del románico lombardo. También Castrillo de Onielo conserva vestigios románicos en su iglesia de Nuestra Señora de la Paz, así como Vertavillo en la de San Miguel. La iglesia de Alba de Cerrato fue muy reformada en el siglo XVII, pero en su cabecera se conserva su ábside románico-mudejar.

Partiendo desde la capital palentina, nos podemos adentrar en la Tierra de Campos para visitar la ermita de Grijota, la portada de la iglesia de San Pedro en Becerril de Campos, la soberbia torre románica de Torremormojón, y ya cerca de Ampudia la iglesia de San Fructuoso en Valoria del Alcor.

Románico Norte

Moarves

En el curso alto del Pisuerga, las comarcas de Cervera de Pisuerga y Aguilar de Campoo hasta los límites con Cantabria y Burgos ofrecen tal concentración de edificios y restos románicos que deberemos dividir nuestro viaje en tres rutas para ver al menos lo más destacable.

Esta primera en torno Aguilar de Campoo podríamos llamarla ruta de los monasterios, ya que partiendo de Santibáñez de Ecla podemos visitar el Monasterio de San Andrés de Arroyo, típico monasterio cisterciense fundado a fines del siglo XI, que es una verdadera joya del arte palentino en el que destaca su claustro, iglesia y sala capitular.

Cerca está Moarves de Ojeda, donde podemos admirar la "encendida encarnación" cómo describiría Unamuno, del friso de la portada de su iglesia parroquial de San Pedro, donde quedan representadas las cotas de elegancia que puede alcanzar el románico norteño palentino.   

Próximo a Moarves está Olmos de Ojeda, y junto a él, en una finca particular, la iglesia del que fuera monasterio femenino de Santa Eufemia de Cozuelos. Este templo fue edificado en el siglo XII, mostrando la influencia de los talleres canteros de Frómista y San Andrés de Arroyo.

Perazancas es uno de los pueblos más representativos del románico palentino. La iglesia parroquial, comenzada a construir de forma suntuosa, conserva una bella portada románica y su ábside. Pero lo más llamativo de esta villa es la ermita de San Pelayo, primor del románico lombardo con pinturas murales del siglo XII. 

En Vallespinoso de Aguilar descubriremos sobre un alto la esbelta ermita de Santa Cecilia, y bordeando el pantano de Aguilar llegaremos a Barrio de Santa María, donde rodeada de casas blasonadas se levanta su iglesia parroquial, que conserva el ábside románico, y a las afueras la ermita de Santa Eulalia, pequeña joya del románico palentino.

En Aguilar de Campoo todo el pueblo nos habla de su pasado histórico. En cuanto a sus monumentos románicos, destacar los restos de San Andrés, la iglesia de Santa Cecilia situada a los pies del castillo, y para finalizar visita obligada será el monumental monasterio de Santa María la Real, que fue fundado en el siglo IX.

Lomilla está cerca de Aguilar, es un ejemplo de las pequeñas iglesias del Norte, y siguiendo la Autovía de la Meseta en dirección Palencia, encontraremos las iglesias de los dos últimos monasterios: la de San Vicente en Becerril del Carpio y Santa María de Mave. Su iglesia fue construida a principios del siglo XIII, y es uno de los más completos edificios románicos de la región.

Románico Norte II

Iglesia de Villanueva de la Torre

El primer punto de nuestro itinerario será Matalbaniega, su iglesia de San Martín domina el pueblo desde una loma. Debió de pertenecer a un conjunto monacal y su colección de canecillos así lo corrobora.

En Cillamayor, su parroquia está dedicada a Santa María la Real, y en ella también sobresale la interesante colección de canecillos que la adornan. 

Dominando sobre un agradable paisaje se construyó la iglesia de Villanueva de la Torre. De corte popular, a diferencia de otras de la zona que llevan espadaña, ésta se embellece con una sencilla y  sobria torre.

También es aconsejable visitar la bella, esculturada y bien conservada portada de Revilla de Santullán, los restos de la iglesia de Brañosera y el pintoresco caserío de Salcedillo con una iglesia de sabor popular.

Románico Norte III

Iglesia de Traspeña

Empezaremos esta tercera ruta descendiendo hacia Cervera de Pisuerga, descubriendo multitud de pequeños pueblos donde siempre encontraremos algún vestigio románico.

La primera parada de nuestro recorrido será la iglesia de San Cornelio y San Cipriano en San Cebrián de Mudá, con reformas góticas e importantes obras de arte, que muestra una típica espadaña, elemento frecuente en las iglesias norteñas.

Cervera de Pisuerga, mantiene aún el empaque de su hidalguía en sus fachadas blasonadas, los aleros tallados y su plaza porticada de columnas de piedra, así como toda la magia del paisaje que la rodea.

Tomando la carretera que une Cervera con Potes llegamos a San Salvador de Cantamuda, cabecera del Valle de Pernía, como nos lo recuerda su rollo jurisdiccional del siglo XVI. Su iglesia formó parte de un antiguo monasterio y se construyó en 1181 por la condesa doña Elvira. La unidad del conjunto, al que se une su airosa espadaña, la convierten en uno de los monumentos más representativos del románico montañés.

Si el viajero continúa el viaje hacia Guardo, por el camino puede visitar Pisón de Castrejón, con su bello templo románico de transición al gótico, en el que destaca su friso con apostolado bajo doseletes, que es muy parecido al que se puede contemplar en la cercana población de Traspeña.

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