´Sí, quiero´ en el Palacio Provincial
- La majestuosa escalera que recorren los novios, que en 1921 se convirtió en escenario inédito y fortuito del encuentro entre el escritor y filósofo, Miguel de Unamuno con el pensador y autor de Castilla en Escombros, Julio Senador, es hoy testigo de promesas eternas.
- Desde el año 2013, la Institución Provincial aprobó la celebración de bodas civiles en el céntrico y señorial palacio, obra del arquitecto Jerónimo Arroyo inaugurada en 1916.
- Hasta la fecha 10 parejas han decidido darse el sí quiero en una de las consideradas grandes obras arquitectónicas de la provincia.
- Son muchos los novios que han elegido ya casarse en el Palacio, no solo por el entorno, sino por la posibilidad de diseñar una boda a la carta: flores, música, fotos, vídeos, promesas, palabras, ceremonia de arena y un sinfín de posibilidades que forjarán un recuerdo único y singular.
- Un marco incomparable para lograr una ceremonia sin prisas, emoción, cariño y atención a todos los detalles, con rincones que recogen recuerdos imborrables en la memoria. Un edificio que sorprende y una ceremonia que emociona.
El Palacio Provincial se ha convertido en el escenario elegido para la unión de numerosas parejas de la provincia de Palencia.
Los momentos felices hay que celebrarlos. La decisión de dos personas de pasar la vida juntos será uno de los instantes más bonitos de una vida.
El Palacio Provincial es un edificio modernista con elementos neoclásicos, neorenacentista y con influencias neobarrocas, arquetipo de las construcciones modernistas de la Palencia de inicios del siglo XX. Fue construido en piedra de Hontoria, ladrillo, hierro y cristal.
El Palacio fue inaugurado el 19 de octubre de 1916 y desde el año 2013 es escenario de bodas de palentinos que han elegido celebrar su enlace en este enclave tan importante para la provincia.
La obra maestra del arquitecto Jerónimo Arroyo ofrece poder celebrar una ceremonia civil cargada de emotividad y simbolismo elegida a la carta: música, flores, fotos, vídeos, palabras y promesas que forjarán de ese día recuerdos únicos.
El Palacio recibe a todos los visitantes con su magnífica fachada realizada en piedra de Hontoria y piedra artificial con alegorías de la Industria, el Trabajo, la Agricultura, las Bellas Artes, el Comercio, la Ciencia, que enmarcan unos medallones con los bustos de Berruguete, Maria de Padilla, y Alfonso X El Sabio.
Los novios y sus invitados podrán disfrutar de las preciosas imágenes de las ventanas de las fachadas laterales, que además de motivos neoplaterescos pueden verse los escudos de los antiguos partidos judiciales de la provincia: Palencia, Carrión de los Condes, Paredes de Nava, Saldaña, Cervera de Pisuerga, Astudillo, Frechilla y Baltanás.
Los novios recitan sus promesas bajo la gran vidriera del techo del salón principal del edificio, hoy salón de actos. La escena central representa la corte del rey Alfonso VIII quien está acompañado de la reina Leonor y sus hijos.
La sede de la Corporación provincial palentina ha cumplido ya su centenario con historias que recorren sus paredes y llegan a formar parte de las celebraciones que aquí tienen lugar.
La majestuosa escalera -cubierta con una bóveda pintada al fresco por Fernando Calderón, y representa la alegoría de la defensa que las mujeres palentinas hicieron de Palencia en el siglo XIV, cuando las tropas del duque de Lancaster pusieron sitio a la ciudad- en 1921 se convirtió en escenario inédito y fortuito del encuentro entre el escritor y filósofo, Miguel de Unamuno con el pensador y autor de Castilla en Escombros, Julio Senador, es hoy testigo de promesas eternas.
Rellano en el que hoy descansa el busto que le dedicó el escultor palentino, Victorio Macho. Esta escalera recibe la luz a través de un conjunto de vidrieras en las que están representados los escudos municipales de las cabeceras de los partidos judiciales y de otras poblaciones importantes por su historia, junto al escudo de Palencia, con su lema "Armas y Ciencia" en referencia a la presencia de palentinos en la batalla de las Navas de Tolosa y a la fundación de la primera universidad española.
Un marco incomparable para lograr una ceremonia sin prisas, emoción, cariño y atención a todos los detalles, con rincones que recogen recuerdos imborrables en la memoria. Un edificio que sorprende y una ceremonia que emociona.
