Diputación de Palencia, en jaque contra el acoso escolar

29 Jan 2018

Prevención y seguimiento, piezas clave en el programa contra el acoso escolar de la Diputación

A través del área de Juventud y con la colaboración de entidades como la Liga Española de la Educación o la Asociación (PAVIA), se lucha por la prevención y la ayuda a víctimas, familiares y acosadores en la provincia a través de diversas acciones. Los talleres de prevención pretenden conseguir que los alumnos de Primaria sean capaces de detectar señales de acoso y que no se conviertan en cómplices de la violencia.

PAVIA se encarga de los programas de ayuda al alumnado que ya es víctima de acoso escolar, a los acosadores y a sus respectivas familias. Aunque han pasado en 2017 por muchas localidades de la provincia, en 2018 continuarán con su labor en los centros. Saldaña y Dueñas son sus próximos destinos. Aún queda mucho por hacer para lograr un ambiente de paz, respeto y seguridad para los jóvenes, así como su correcta socialización.

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“Era una broma”,no soy el único que se mete con él” o “son cosas de niños” son algunas de las frases que habitualmente sobrevuelan un problema más habitual de lo que pensamos en las aulas, el acoso escolar. Estudios como el Informe Cisneros X muestran la cruda realidad de este fenómeno aparentemente oculto, que sitúa en un espeluznante 21% la tasa de bullying en España. La gravedad del tema es mayor de lo que parece y muchas instituciones, asociaciones y centros educativos, conscientes de ello, llevan años con este asunto encima de la mesa.  

Una de las instituciones que se ha puesto en jaque ante este problema es la Diputación Provincial de Palencia. A través del área de Juventud y con la colaboración de entidades como la Liga Española de la Educación o la Asociación PAVIA, se lucha por la prevención y la ayuda a víctimas, familiares y acosadores en la provincia a través de diversas acciones.

Los talleres de prevención se imparten desde 2013 en una veintena de centros de la provincia y, a través de audiovisuales y dinámicas de grupo, pretenden conseguir que los alumnos de Primaria sean capaces de detectar señales de acoso. Lo más importante de estos talleres reside quizá en  sensibilizar a los más pequeños y conseguir que no obvien estas conductas; que no se  conviertan en cómplices de la violencia.

Además, la Diputación firmó un convenio en 2017 con la Asociación Palentina a Víctimas de Acoso (PAVIA) para poner en marcha programas de ayuda al alumnado que ya es víctima de acoso escolar, a los acosadores y a sus respectivas familias. 

Esta asociación, trabaja desde hace 5 años en este tema a través de una doble intervención: directa, a través del seguimiento a niños con conflictos detectados y con una campaña de sensibilización; charlas para padres y profesores que ilustran sobre qué es acoso, como detectarlo y sus claves para atajarlo.

A lo largo del año pasado,  20 de casos se unieron a otros muchos abiertos años con anterioridad en la asociación. Los tratamientos “son un mundo” aseguran desde PAVIA; ya que ninguno nace con fecha de caducidad preestablecida, sino que se adaptan a la víctima para intentar curar esas “heridas en el alma que son difíciles de superar”.

En PAVIA tienen claro que la incorporación a nuevas redes sociales es fundamental para la recuperación del niño; de lo contario, el aislamiento se convierte en una peligrosa arma de doble filo que mina la autoestima y que puede acabar con el acosado en una unidad de salud mental.

Aunque los adolescentes están cada vez más concienciados en este tema, todavía tienden al silencio antes que a la denuncia. Lo mismo ocurre con los padres de los acosadores que, incluso una vez activado el protocolo de actuación en el centro educativo, “el sentimiento de culpa les atrapa y tienden a disculpar al hijo agresivo” afirma Lucía Vargas, Presidenta de la Asociación de Víctimas de Acoso (PAVIA).

Este punto se convierte probablemente en la parte más difícil para PAVÍA y por supuesto para cualquier organismo que trate de paliar el problema, el tratamiento de los acosadores. Desde la propia Dirección General de Educación ven en esto el fallo más grande en el sistema de lucha ante el acoso: la imposibilidad de tratar a un niño agresivo ante la negativa de los padres a que reciba seguimiento.

Al contrario de lo que podemos pensar el perfil del acosador ha cambiado. Tal y como señala Lucía Vargas, hace años problemas sociales como drogas, alcohol o familias desestructuradas marcaban la personalidad de potenciales acosadores. “Actualmente es el abandono afectivo lo que empuja a los niños a usar la violencia, con el objetivo de encontrar el protagonismo que no tienen en casa”, señala. “Es por esto que nos encontramos todo tipo de clases sociales en los casos que tratamos”, sentencia Vargas.

Pero el bullying no se sostiene solo entre dos personas, sino que necesita tres pilares fundamentales para que el objetivo de estos acosadores se cumpla: acosado y testigos. Estos últimos son la pieza clave en este rompecabezas, ya que sin ellos, su silencio o su colaboración; la actitud del acosador ante la víctima dejaría de tener sentido.

Es por esto que los programas de prevención y concienciación en las aulas son tan necesarios. Acciones como las que ha puesto en marcha Diputación de Palencia han hecho que el bullying deje de ser tabú en los centros escolares y estos se conviertan los colaboradores activos en la lucha. También ha conseguido que los niños y sobre todo, sus familias estén cada vez más concienciados en este fenómeno. A pesar de todo, aún queda mucho por hacer para lograr un ambiente de paz, respeto y seguridad para los jóvenes, así como su correcta socialización.

PAVIA ha pasado ya por localidades como Guardo, Astudillo, Carrión de los Condes, Venta de Baños, Villamuriel o incluso la capital palentina. En 2018, la dura tarea de aplacar el acoso escolar continúa y por ello ya están previstas charlas para el próximo mes de febrero en Saldaña y Dueñas, entre otros municipios de Palencia aún por confirmar.

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