I Encuentro Ciudades Amigas de la Infancia

19 Feb 2019

Saludo de la presidenta en el I Encuentro de Ciudades Amigas de la Infancia (UNICEF)

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En primer lugar, quiero agradecer el interés de UNICEF, a través de su Comité Español y de su representación en Palencia, por reunirnos en esta jornada. Es un placer recibir en el Palacio Provincial a una organización tan comprometida con nuestros niños. También quiero dar una calurosa bienvenida a los alcaldes y representantes de los muchos municipios de la provincia que hoy nos acompañan.

Nos encontramos en un año de conmemoración. Un 2019 marcado por el 60 aniversario de la promulgación de la Declaración de los Derechos del Niño, así como por el 30 cumpleaños de la Convención de los Derechos del Niño. Instrumentos adoptados en el marco de las Naciones Unidas, el máximo exponente de la colaboración en el ámbito de la Comunidad Internacional.

La Convención, de manera especial, tiene un carácter vinculante para todos los Estados miembros de la ONU. Y, por tanto, debe tener su expresión en las Entidades Locales.

Compartimos la filosofía que indica que hay que pensar en global y actuar en local. Por ello, entendemos estos textos no como algo lejano aprobado a miles de kilómetros de aquí, sino como un verdadero marco de convivencia que está llamado a mejorar la vida diaria de cada uno de nuestros pueblos.

Esta es mi convicción. Porque nos permite promover la participación y las oportunidades de los que están llamados a protagonizar el presente y el futuro: los niños y niñas.

Se trata de un tema que cobra una importancia capital en esta tierra. Nos enfrentamos al desafío demográfico. A la despoblación. Podemos hablar sobre las estrategias para afrontarlo. Pero, si en algo podemos coincidir desde el primer momento, es en la necesidad de contar con jóvenes, con más jóvenes, en cada municipio.

Una buena forma de integrarlos viene dada por el reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia. En las intervenciones que escucharemos en unos minutos, queda patente que va más allá de un mero título. Es una nueva forma de entender la relación con los habitantes más pequeños de nuestra provincia.

Las Ciudades Amigas de la Infancia son un éxito. Prueba de ello es su ritmo de crecimiento. Tras la última convocatoria han pasado de 170 a 274. Con ello dan cobertura a 4 de cada 10 niños que residen en España.

Constituye un gran punto de partida, sí. Pero tenemos que trabajar para ofrecer esta cobertura al 60% de los niños que todavía no viven en Ciudades Amigas de la Infancia. En Palencia únicamente la capital cuenta con esta consideración.

Podemos y debemos ser más ambiciosos. En primer lugar, siendo conscientes del diagnóstico de la realidad. A nadie se le escapa que la población más joven suele estar asociada a los núcleos de mayor población. Por ejemplo, en Palencia 31 localidades cuentan con más de 50 jóvenes menores de 16 años, mientras que 17 superan el umbral de los 100.

Sin duda, son candidatos idóneos para acogerse a esta Red de Ciudades. Según los últimos datos, en esta provincia residen un total de 19.528 menores de 16 años, más del 12% del total de nuestra población. Tenemos que integrarlos como una parte esencial del desarrollo del medio rural; darles opciones para que vinculen su futuro al del entorno en el que viven.

Algunos casos de éxito los tenemos en municipios del alfoz de la capital, como Villalobón y Grijota, en el que la elevada presencia de familias jóvenes lleva aparejada un gran peso demográfico de niños. Pero también en otros puntos más alejados del entorno urbano, como Dehesa de Romanos. Estos tres municipios cuentan con más de un 20% de población menor de 16 años. Si les ofrecemos ese marco de futuro, tenemos un relevo generacional asegurado.

La política de esta Institución es clara en esta materia: incentivar y respetar. Incentivar, a través de medidas que hagan más atractivo el medio rural. Y respetar, como no podía ser de otra forma, la decisión de los ciudadanos sobre el lugar en el que desean residir.

En el capítulo de los incentivos a los más jóvenes, la Diputación destina 240.000 euros para las obras de conservación y mejora de 30 centros de educación infantil y primaria del medio rural. También dedicamos 90.000 euros para los gastos corrientes de las escuelas infantiles de primer ciclo. Y, cómo no, disponemos de una línea de subvenciones para parques infantiles.

Una vez que contamos con los espacios, hay que dotarlos de contenido. Iniciativas formativas como las “Escuelas para la sostenibilidad”, un programa pionero de voluntariado ambiental, llegan a 12 centros escolares de la provincia. Su interés viene avalado por su longevidad: esta idea nos acompaña desde el año 2007.

El ocio es sinónimo de cultura. En los periodos de mayor afluencia de jóvenes al medio rural, el verano, ponemos en marcha el programa “Espiga, cosecha cultural”. Entre los ciclos que lo integran destacan las noches de cine en rincones representativos de los pueblos, o la Magia en el Castillo en Fuentes de Valdepero.

La práctica deportiva está garantizada a través de colaboraciones como el Trofeo Plaspisa-Diputación que, literalmente, mueve a miles de jóvenes cada año por toda la provincia. Y, aprovechando el invierno, con nuestra programación vinculada a los deportes en la nieve: 350 plazas para las convivencias en la nieve; 200 para escolares en la Semana Blanca; o las 400 para los Bautismos Blancos en la estación de San Isidro.

Todo ello complementado con una línea de ayudas a la natalidad promovidas por la Institución Provincial.

El fin de todas estas acciones está claro: colaborar con todos y cada uno de los Ayuntamientos para que los jóvenes sean protagonistas. Trabajamos para que cada pueblo sea amigo de la infancia.

Es el momento de dar un paso más. De perseguir una mayor integración en la Red de Ciudades Amigas de la Infancia. Una meta para la que tenemos camino que recorrer. Como la elaboración de los Planes de Infancia y la celebración de Plenos Infantiles.

Pero, sin duda, se trata de un camino que nos va a permitir crecer como provincia. No podemos encontrar un compromiso mayor con esta tierra que el de los jóvenes que deciden quedarse en ella. Y esta vinculación ha de comenzar desde la infancia, dándoles el papel protagonista que se merecen.

Es nuestra obligación. La jornada promovida por UNICEF esta mañana nos recuerda el compromiso adquirido con las próximas generaciones. Defendemos la igualdad de oportunidades para todos, en cualquier parte. Ese “para todos” incluye de manera especial a los más jóvenes. La única manera de avanzar a la hora de construir los pueblos del mañana es escuchando las voces de los que van a vivirlos.

Nuestro futuro está unido al de nuestros jóvenes. Comprometámonos con ellos; trabajemos con ellos; crezcamos con ellos.

Gracias a todos por participar en este encuentro. Aprendamos de casos de éxito como el de la Red de Ciudades Amigas de la Infancia.

Muchas gracias.

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