Un hogar, la mejor terapia

24 May 2018

La Residencia “San Telmo”, propiedad de la Diputación de Palencia. desarrolla el programa “En mi casa”, con el que pretende hacer del centro un hogar para todos

  • A través de una jornada de celebración, pretenden construir este lugar donde la confraternidad entre unidades y el sentimiento de pertenencia se apodere de trabajadores y residentes.
img_20180516_180717_540

La primavera también ha llegado a la Residencia “San Telmo”.  Por esto y gracias al programa “En mi casa”, todo se ha llenado de flores, colores y multitud actividades. El departamento de terapia ocupacional del centro siempre ha  apostado por estudiar y poner en marcha propuestas que hagan de la residencia un lugar mejor en el que vivir, un hogar.

Para ello, aprovechando la festividad de San Isidro, el centro organizó una fiesta en la que participaran a todos los residentes y sectores que trabajan día a día de la entidad;  que tuviera como telón de fondo fomentar un sentimiento de pertenencia a las unidades. De cara a la celebración, los terapeutas ocupacionales pusieron en marcha diferentes iniciativas para los residentes, como talleres y concursos. 

La cocina fue el tema central del concurso., concretamente el postre. Para su elaboración contaron con la ayuda de las auxiliares del centro y con el objetivo de que todos los trabajadores de la residencia, pertenezcan al sector que pertenezcan se sientan miembros de esta gran familia que es San Telmo, fueron evaluados por un jurado conformado por distinto personal del centro.

Mientras el jurado deliberaba, residentes, voluntarios, familiares y trabajadores disfrutaron  de una merienda, como no, acompañada de los deliciosos postres que ellos mismos habían elaborado. Es por esto que no solo los ganadores tuvieron galardón, sino que todas las unidades recibieron su premio en agradecimiento a su trabajo e ilusión, además de un agradable día acompañados de sus seres queridos.

Otra de las iniciativas puestas en marcha en la Residencia San Telmo y en este caso con visión de continuidad fue el taller de jardinería. Con este proyecto pretenden recoger la propuesta de los residentes y que aquellos que quieran implicarse en el cuidado de las flores, puedan hacerlo. Durante la celebración, los voluntarios de enfermería, unían sus fuerzas con un residente y ambos plantaban su jardinera unas flores con mucho significado: los pensamientos. El objetivo era que cada enfermero voluntario se acordara de las experiencias vividas durante todo el año en este centro, de cómo han regalado vida.

A partir de ahora, los residentes no solo podrán adornar sus ventanas con las flores que ellos mismos han cultivado, sino que cada unidad tendrá su propio huerto en alza, donde podrán  sembrar y paladear sus hortalizas favoritas. 

También hubo momento para despedidas; las de los  voluntarios de la escuela de enfermería que han estado colaborando con la actuación de su coro semanal y el acompañamiento a residentes.

En definitiva, la fiesta tuvo una acogida espectacular. Asistieron a ella casi la totalidad de residentes, familiares y trabajadores, no solo de ese turno sino también aquellos que voluntariamente se acercaron para hacer posible el acontecimiento. Todos se desvivieron para alcanzar la misión fundamental, que los residentes disfrutaran.

Podemos decir que esta celebración consiguió superar todas las expectativas. El sentimiento de confraternidad entre unidades, de orgullo y sentimiento de pertenencia a “su casa” a “su Unidad de Convivencia” estuvo presente en todo el momento. Aunque el cansancio fue visible en la cara de los trabajadores, todos ellos mostraron su satisfacción por un laborioso trabajo bien hecho.  Permanentes sonrisas de satisfacción y frases como “solo con ver estas cara de felicidad merece la pena”, se hicieron constantes en el transcurso de este día.

Bloque Redes sociales